El problema que significa la televisión para la democracia en México

Por Alejandro Samuel González Cataño.

“Vamos a sacar al PRI de los Pinos.”

Eslogan de campaña del ex presidente de México: Vicente Fox Quesada.

               I.         Introducción.

Sin duda alguna, México enfrenta un gran reto: la democratización, sobre todo después de los comicios de 2000, donde el citado ex presidente de México, con una gran campaña de mercadotecnia y haciendo uso del hartazgo de la población mexicana, respecto a un partido que se había eternizado en el poder, se hizo del poder.

El definir si ha existido o no democracia no es el objetivo de este trabajo, sin embargo, si lo es el hecho de cuestionarnos: Nuestro sistema de televisión, ¿ayuda o perjudica a tener unas elecciones limpias y bien informadas?

             II.         Justificación.

El presente tratará de responder a la pregunta planteada y proponer una solución al problema de la televisión en materia electoral que beneficie tanto a ciudadanos como a medios de comunicación con respecto a no coartar su derecho de libertad de expresión

            III.         Contexto y Antecedentes.

Los problemas de la televisión en México son muchos y de muy distinta índole, desde un duopolio Televisa – TV Azteca que controla todo el mercado nacional, hasta el arrodillamiento de los políticos mexicanos frente al mismo.¹

La Ley Federal de la Radio y Televisión no está bien estructurada, en los recientes años se le han hecho distintas modificaciones, desde la llamada Ley Televisa, hasta la reforma de 2009 con la que se intentó dar mayor transparencia a las elecciones intermedias de aquel año.¹⁷

En 2006 la situación con respecto a elecciones era la siguiente: el tiempo que se compraba en los espacios televisivos, es decir comerciales, era abierto a los partidos políticos y a particulares, es decir, eran libres de publicar los spots que les conviniera para hacer campaña, prácticamente con ninguna regulación por parte del Instituto Federal Electoral. Continuando con esto, una iniciativa creada por el militante del Partido Verde Ecologista de México, Javier Orozco y aprobada por unanimidad en la Cámara de Diputados, sostenida por la cámara de Senadores y no vetado por el entonces presidente Vicente Fox le proporcionó a las dos cadenas televisivas prominentes en el país las armas para manejar a los políticos a conveniencia. No fue sino hasta la instancia de la Suprema Corte de Justicia que se declaró la llamada Ley Televisa como inconstitucional.²

Sin embargo, todo este proceso, dejó un espacio para que en 2006, las elecciones se llevaran en un clima de incertidumbre en cuanto a dicha ley. Esto se presto para muchos malentendidos, tiempo comprado con dinero que no había sido provisto por el IFE y que no se sabía de donde había salido, tratos entre las televisoras y los candidatos por apoyo a cambió de beneficios durante el sexenio presidencial y muy en específico una guerra sucia en contra del candidato a la presidencia del PRD, Andrés Manuel López Obrador.

Teniendo presentes los comicios más parejos en la historia de México, y los hechos en ese momento recientes de la ley Televisa, en 2007 se llevó a cabo otra reforma a la Ley Federal de la Radio y la Televisión.

En esta se prohibió la mercadotecnia político-electoral, la compra de spots a libre conveniencia y se reguló su contenido, sin embargo, esto no representó una barrera definitiva para el poder de la televisión en las elecciones. Por el contrario, le planteó a Televisa el reto de convertir al ahora candidato único para la presidencia por parte del PRI en una figura pública conocida sin haber tenido una gran trayectoria política.²

           IV.         Las reformas no son suficientes.

A.    Prohibición a la compra de tiempo aire.

“Ningún partido, precandidato, candidato o tercero en su nombre puede competir con dinero en el mercado del tiempo aire para hacer propaganda y todas las emisoras de radio y televisión deben poner a disposición del IFE 48 minutos (96 spots) diarios para difundir los mensajes de autoridades electorales, así como de partidos y coaliciones que compiten ya en sus procesos internos.” ^3,17

A grandes rasgos, este fue el mayor cambio que se le hizo a la Ley Federal de la Radio y la Televisión en 2007, pero, como ya mencioné anteriormente y citando a Jenaro Villamil, Televisa encontró el gran hueco que aun existe en materia electoral, y por medio de los contenidos editoriales como lo son los noticieros, de entretenimiento, y espectáculo, de 2007 a la fecha, a creado toda una imagen alrededor del priista Enrique Peña Nieto, que, sin lugar a dudas, lo beneficiará en los próximos comicios.

B.    Comisión Federal de Telecomunicaciones.

“El sector telecomunicaciones no puede seguir teniendo un regulador débil, que en la actualidad ni siquiera cuenta con un reglamento interno.”

José Yuste, Analista Financiero.⁴

La Cofetel es el organismo que, junto con el IFE, debe de regular en materia electoral, tanto los tiempos como los contenidos de los spots en televisión. Sin embargo, no esta correctamente estructurada, basta con conocer el presente conflicto en el que expidieron un documento que no deja claro que es lo que pueden y no pueden hacer tanto la radio como la televisión de cara a las campañas presidenciales de 2012.

El documento no deja claro si se pueden transmitir debates, si se pueden hacer entrevistas o siquiera mencionar a los candidatos en los medios de comunicación^7,8, todo esto, claro, con la respectiva impunidad de las cadenas Televisa y TV Azteca, que en los últimos 5 años se dedicaron a mencionar en mas del 30% de sus espacios noticieros y de espectáculos al ex gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto, seguido de la candidata Josefina Vásquez Mota con un 17% según la facultad de Ciencia Política de la UNAM.¹⁵

            V.         Libertad de expresión.

Me parece correcto que se prohíba la transmisión de spots pagados por cualquiera en materia electoral, y que se le dedique un tiempo fijo a los mismos. Sin embargo, también debo admitir estar de acuerdo con la Cámara Nacional de la Industria y la Radio en su protesta: mientras que el duopolio televisivo, se mantiene impune al margen de la ley, a ellos si se les multa cuando publican cualquier tipo de entrevista o espacio sobre algún candidato a la presidencia.

Y en cierta manera la misma ley coarta su libertad de expresión. Los medios se encuentran a la mitad entre informar correcta e imparcialmente a la ciudadanía, que seria el ideal de una democracia y tener su propia opinión y libertad para expresarla, que también es parte importante de un sistema democrático. Estos dos planteamientos se contradicen.

           VI.         Propuesta de solución que beneficie a todos.

Ha quedado claro que existen muchos huecos en materia electoral en la Ley Federal de la Radio y la Televisión, y que las televisoras los han aprovechado para favorecer algunos candidatos y no tanto a otros. Y como lo expresa la misma ley, no podemos hacer nada una vez que ya inició el proceso electoral.

Sin embargo, analizando el problema he llegado a la conclusión de que hace falta un órgano ciudadano que en conjunto con la Cofetel y el IFE denuncie cualquier irregularidad, además de la modificación a la ley para que los espacios televisivos y radiofónicos puedan hablar de un candidato, claro con ciertas restricciones.

El órgano que propongo se encargaría de distintos problemas:

A.    Guerra Sucia

Por un lado tenemos esta opinión: “Es absurdo que se prohíba hacer campaña sucia y se prohíba destacar logros de gobierno. ¿Para qué queremos entonces los ciudadanos la transparencia? Si tuviésemos una lógica completa de vigilancia del poder, de rendición de cuentas, si quisiéramos estar informados para poder fortalecer la vida pública, para discutir lo público en público, necesariamente tendríamos que estar debatiendo los errores y aciertos de los gobernantes.” ⁹

Y por otro lado contamos con la opinión de regular el contenido que se presenta en las campañas electorales, para evitar falacias y que exista una mayor equidad entre los candidatos presentados a la ciudadanía.

El órgano ciudadano propuesto se encargaría de decidir entre lo que es campaña sucia y lo que son verdades de gobierno y estaría prohibido mencionar en los spots publicitarios los defectos de otros, siendo destinados para esto, programas de critica en los diferentes medios.

B.    Libertad de Expresión

El órgano ciudadano se encargaría de revisar el contenido televisivo, con el fin de que las multas o sanciones que se hagan a los medios sean realmente cuando se rompa alguna de las reglas y no únicamente por mostrar su opinión.

C.   Exigencias

El órgano ciudadano tendría la capacidad de exigir a los candidatos el presentar sus propuestas concretas en los spots, no únicamente su campaña de mercadotecnia. Siendo así beneficiados los mexicanos que no cuentan con otro medio de información que la televisión o la radio, ya que podrían conocer a sus candidatos mas a fondo.

Los ciudadanos tenemos el poder de exigir a nuestros gobernantes, no podemos seguir esperando que los políticos corruptos hagan lo necesario para reestructurar los medios de comunicaciones, así que mientras no exista un medio de regulación ciudadano como el que propongo, para que en dichos medios se presente la información de manera correcta, no podemos fiarnos de ellos, y debemos buscar en los demás medios que tenemos al alcance, como son las redes sociales y los periódicos, la información que se da a medias por Televisa y TV Azteca.

Centro Universitario México.

Alejandro Samuel González Cataño.

*este trabajo lo realice para la materia de Problemas Sociales, Políticos y Económicos de México

*las bibliografias fueron omitidas